El Telesitero

La lluvia no caía, pero le llovió la plata en las manos de don Naty, en cuyo rostro moreno dibujaba una sonrisa entre placentera y macabra.

Microrrelato

Hochi Duncan Perona Las almas perdidas se encontrarán en el cielo, se dijo él, como consuelo. Nunca había volado, se durmió soñando. -;-